UNA
APROXIMACIÓN AL SISAY PACHA O PAWKAR RAYMI
Por: José Parco Yuquilema
Desde la cosmovisión andina las celebraciones se basan en la
relación entre la naturaleza, el ser humano, la deidad y los seres ancestrales.
En este sentido, las celebraciones se complementan con las dos celebraciones
dedicadas a la feminidad, Pawkar Raymi
y Kulla Raymi y dos celebraciones
dedicadas a la masculinidad, Inti Raymi
y Kapak Raymi. En los Andes celebran cuatro eventos anuales
principales, basados en la reciprocidad y agros festivos.
La cultura puruhá en el
tiempo de equinoccio celebra el florecimiento y los primeros granos tiernos,
cuya esencia de la vida son el agua y la tierra, festividad que, en kichwa, se
conoce como Sisay pacha o aymara pawkar. En la actualidad, estos
términos son desconocidos debido a la castellanización y suplantación de la
fiesta religiosa denominada carnaval
o ramos. Sin embargo, la esencia de la celebración se ha mantenido de manera
colectiva, como un acto de agradecimiento a la naturaleza y a la deidad, por
medio de cantos, ritmos, danzas, el compartir alimentos y en algunas
comunidades, de manera secreta, el acto ritual de kapak jocha o baño ritual.
El pawkar raymi, sisay
pacha tiene sentido ritual, festivo, astronómico, social y gastronómico y
constituye una celebración mediante la cual se celebra la floración de los
valles y la finalización de los granos antiguos wata muru, dando la bienvenida
a los granos tiernos y nuevos
La celebración se centra en la reciprocidad y agradecimiento del
ser humano a la madre tierra por brindar los primeros productos de la época, a
eso se conoce el acto de reciprocidad o “huchana”
a la naturaleza (pachamama). Con esta comprensión holística el pueblo puruhá se
manifiesta a través de ritmos, cantos, poemas, alimentos, ofrendas y visita de
casa en casa con sus personajes ancestrales y tradicionales.
Los principales personajes que caracterizan al pueblo puruhá son
distintos y específicos en cada pueblo. Cada una de las representaciones, como
el wiracocha, warmitukushka, hantsapa,
urku tukushka y ruku yaya, tiene su rol protagónico dentro de cada grupo.
Actualmente, además de estos personajes, con la fusión con la fiesta del
carnaval, se han incluido personajes que representan a militares, policías,
reyes, capitanías y alcaldes de la época colonial.
Los
personajes
La warmi tukushka
expresa el rol de la mujer y personifica a la propia pachamama, de manera
picaresca y caprichosa. El wiracocha
o urkutukushka es la expresión del
espíritu de la montaña y el ser mítico que fue reconocido como Dios del agua en
la época incaica, según Guamán Poma de Ayala.
Actualmente, en la cultura local de la parroquia Flores, el
personaje principal es wiracocha y en otros pueblos el warmitukushka, que se convierte en la guía de la celebración,
representando a la deidad convertida en ser humano y el ser humano en la
deidad, durante las celebraciones, dando a entender la equivalencia. Las
celebraciones actuales como carnavales y ramos, han sido “andinisados” por los
kichwa puruhá.
Dentro de la astronomía en esta época el sol sale por el centro
del país, sobre el kapak urku –
(nevado El Altar), se caracteriza por la abundancia de lluvia que revive el color de las plantas, el
tiempo en el cual la madre tierra florece en toda su plenitud y los primeros
granos tiernos, ocasión que indica el momento de la celebración.
Dentro de las comunidades, las festividades rituales consisten
en la recolección de las flores ñakcha
sisa y el agua de distintas
vertientes, elementos con los que son lavados los rostros de los jóvenes wamprakuna, como esencia de purificación
para asumir el nuevo rol de sentimiento y enamoramiento en esta época. Por lo
tanto, el pawkar raymi, sisay pacha
tiene sentido ritual, festivo, astronómico, social y gastronómico.
Durante esta celebración, los seres humanos representan a la
deidad y a la naturaleza, personificando a: Wirachocha, el Dios mítico; Uruku
Tukuska, el espíritu de la montaña; Warmi Tukushka, la esencia de la feminidad.
Por lo tanto, constituye una celebración de niños, jóvenes, adultos y ancianos,
quienes con alegría celebran la floración de los valles y la finalización de
los granos antiguos wata muru, dando
la bienvenida a los granos tiernos y nuevos que los alimentarán durante el
siguiente año, garantizando así la supervivencia de las familias.
Desde
la cosmovisión andina las celebraciones se basan en la relación entre la
naturaleza, el ser humano, la deidad y los seres ancestrales.
Actualmente, los términos originarios de la festividad del
pawkar raymi son desconocidos debido a la castellanización y suplantación de la
fiesta religiosa denominada carnaval, ramos y semana santa.
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