miércoles, 12 de septiembre de 2018


El racismo y el machismo una herencia colonial eurocéntrica.

                                                         Por. José Parco Yuquilema

En el proceso de la consolidación de una sociedad intercultural son necesarias hacer interrogaciones como ¿de dónde viene el racismo? ¿qué fin tuvo en su fundamentación? Para lo cual es urgente la deconstruir los conceptos legitimados por el eurocentrismo que ha afincado en la esfera social elitista a lo largo de la historia. Por ejemplo el término “raza”, lo que implica conocer su origen y su carga ideológica”, entendiendo que la interculturalidad son propuestas políticas de la construcción de la igualdad y equivalencia entre las culturas. Estos preceptos deben ser desmitificados de la supuesta cultura superior e inferior desarrollado en el siglo XV en Abya Yala, basado en la concepción de la unicidad, triada, elitismo, invisibilizando las vivencias y conceptos andinos como el pariverso wacharishka, dualidad – ishkantin, entre otras sabidurías desarrolladas en idioma quechua – kichwa, antes de la invasión europea.

Revisando los escritos de Luis Garlarza Izquierdo, en su texto Ensayo Filosófico – Político – Constitucional “El Opus Dei” el concepto ideológico de la imposición de una cultura superior eurocentrica con el término “raza” es sostenido desde el pseúdo científico y religioso, a fin de justificar el elitismo o la jerarquía a todo nivel. Al decir del Galarza (2010) “La iglesia Católica ha tenido problemas de segregación racismos por sus dogmas, por esa visión excluyente por lo blanco –europeo dando figura de la representación del “Altísimo” de la Sagrada Familia y de sus santos”. Esta segregación no fue solamente a nivel racial sino de la exclusión a la mujer de la figura jerárquica, considerando inferior a la mujer y los hombres exclusivo para el sacerdocio y las jerarquías.

A su vez, esto fue legitimado por la pseudo ciencia, fundamentando el mito del tamaño de los cráneos que supuestos anglosajones fueron mayores, a esto corroboran los investigadores racistas fundamentando en tres razas principales, afianzando en suposiciones de la dimensión de cerebro y la capacidad intelectual. Cuya distinción de una raza de otra fue el color de la piel, de los ojos, o el ancho de la nariz, esto encaja perfectamente con el proceso ambiental de la historia de Homo Sapiens de Charles Darwin. Galarza sostiene que las razas son un concepto social, no científico, entonces a lo largo de 10.000 años se ha evolucionado las culturas y pueblos. No se puede desconocer según la historia oficial de eurocentrismo, que somos de originen africano y colonizado por otros continentes, conocido como raza humana. 

Los científicos a fin de sostener su elitismo, se clasifican en tres razas: Asiática, Africana y Europea. Señalan, que “los Asiáticos orientales el mayor tamaño cerebral y mayor cociente intelectual, los de ascendencia africana tiene el tamaño medio cerebral y más, y los de origen europeo, están en el medio” (Galarza, 2010; 22). En esta lógica machista y elitista, excluyen a la mujer considerando que el cerebro de la mujeres es más pequeña que el de los hombres.

Por su puesto, estas segregaciones y separaciones se encuentra con las dos hipóstasis  que no ha sido resueltos “la evolución desde África y la evolución de Eva” Por otra parte, de acuerdo al texto Bíblico de génesis capitulo 1; 29: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; en el creacionismo indica que el hombre es creado a su semejanza del Creador, y la mujer creado de la costilla de su semejanza, en la interpretación de los investigadores la mujer resulta a ser la copia de la copia, sujeto al hombre, legitimando el machismo patriarcal. Con esta consideración a la mujer no le consideran dentro del sacerdocio o de la jerarquía.

Entonces en el ensayo de Galarza, “la pseudo ciencia creó el mito del cráneos que supuesto caso de los anglosajanes era mayor que otro, también se conoce que los neardentales, tenían un cráneo más grande que los de Cromagnon según la clasificación ellos estuvieron en menor a los primeros” que demuestra que fue una política racista, avaladas por pseudo científicos. Estas afirmaciones siguen vigentes en ciertas sociedades conservadoras para justificar la sociedad élite y oligárquica. Actualmente se habla de la “discriminación racial positiva”, que no es lo mismo combatir el racismo conceptual e ideológico.

Incluso en el siglo XV aparece en España el racismo moderno denominado “limpieza de la sangre” con la expulsión de los judíos sefardíes, muchos judíos tuvieron que convertir en catolisismo para tener los mismos derechos que los cristianos. En esa época se a inicia utilizar el término raza y sangre como estrategia de marginación. Esta ideología de la limpieza de la sangre fue aceptada en América para justificar el genocidio cometido por los españoles sobre los pueblos indígenas con dominación, secuestros de los africanos y los mestizos.

Lo más sorprendente en el siglo XIX se desarrolló en Europa una interpretación racista del texto Bíblico cristiano, a partir de algunas elaboraciones sobre el diluvio universal y los hijos de Noé, sobre todo de la maldición de Canaán, presente en la edad Media. Según afirma Galarza, “la Biblia indicaría que hay tres razas humanas provenientes de los tres hijos de Nóe: San, Cha y Jae. De Sam descenderían los judíos, y árabes; de Cha, los negros y de Jae – Jafet, los blancos”. Esta división de la triada se complementa con la maldición de de Canaán, hijo de Cam, al que Dios condenó “maldito sea Canaán, siervo de siervos serán a sus hermanos. El autor sostiene, “La interpretación racista de las Biblia, que la maldición de Canaán fue una maldición de Dios a la “raza negra”, por la cual está condenada a servir a los blancos como esclavos, una ferviente legitimación del racismo y opresión histórica.

El origen de la raza o el racismo se puede concluir: estos conceptos son la construcción social y legitimada por las clases de élite representado en los estados y de una sociedad clerical de la iglesia ortodoxa para imponer una visión de vida del eurocentrismo basada en el dominio, miedo y la pobreza. A lo largo de la historia para justificar la superioridad del hombre europeo, algunos filósofos y autores fundadores del pensamiento racistas como el francés Joseph Arthur de Gabinea en su texto de “ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas” afirma “la raza negra y amarilla son variedades inferiores de nuestra especie sobre la que se impone “la superioridad del tipo blanco en la historia.

Desde esta concepción eurocentrista se plasma el monopolio de la belleza, de la inteligencia y de la fuerza, y su afán de preservar pura la sangre. Estos tipos de conceptos ideológicos han causado guerras de racismo y las guerras religiosas. Por ejemplo el pueblo cristiano de Estados Unidos extermino Bagdad capital del imperio islámico bajo el Califato Abasí, la antigua Babilonia, ícono de la Biblia o la tierra “donada por Dios o la tierra bendecida” la misma fue aniquilada en el año 2003, dando comienzo a la guerra de Irak, consolidado un poder hegemónico del cristianismo y la superioridad económica. Estos análisis literarios son necesarios para descolonizar el pensamiento racista que aun siguen solapado en las clases sociales.

Bibliografía.

Galarza Luis I, 2010, Ensayo Filosófico – Político – Constitucional “El Opus Dei”, Artes Gráficas Silva, Quito, 2010, 389 pág.

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